¿A que no te atreves?

Has leído un sinfín de artículos en internet. Empiezas entusiasmado, pero al paso de los clics y los minutos, te vas dando cuenta que no encuentras lo que buscas, te cansas y te vas. ¿Te atreves?

Al día siguiente vuelves a entrar, encuentras una solución que crees que encaja. Ves el formulario de contacto, pasas el cursor por arriba y decides irte. Por la cabeza te pasan siempre las mismas frases, “No los conozco”, “Que pereza escribir”, “Hoy no”. Te vas. A los días, después de darte cuenta que no has resuelto el problema, vuelves a la misma página. Tienes tal vez una mayor tentación a escribir pero tampoco lo haces y te vas.

La parálisis del análisis

Si lo que he escrito antes te ha sonado familiar y te has sentido identificado, te diré que no eres el primero al que le pasa. Las decisiones deben meditarse, pero nunca deben posponerse para la eternidad. Miedo, miedo al riesgo, miedo al que dirán, miedo al fracaso, miedo a tirar el dinero. Suelen ser varias de las causas de esta parálisis. Pero si pasan días e incluso semanas y el problema persiste, te consulto ¿Te vas a quedar así?

Un paso adelante

Te voy a ayudar. Tomar decisiones, forma parte inherente de la vida. Tomar decisiones es avanzar. Y de hecho, al final justamente lo que cuenta es avanzar. Y avanzar no es sólo analizar, es actuar cuando se tiene un problema adelante. Tratar de resolverlo, aprender, y luego ir a por el siguiente.

Un pasito más

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